Escribí tu comentario
Los comentarios reglejan opiniones de sus autores.
Su publicacion está sujeta a la autorización de las personas responsables de este sitio web.

ENVIAR
El error para mostrar
mas error
Comentarios
X
Gracias, hemos enviado tus datos.
SECCIONES:   Previsualizar en Esferas Inferiores
00
00
0
2024

Francisco Pisani

Psicoanalista Asociado en la Nel Santiago de Chile.
Docente universitario y práctica clínica en Hospital.
psfranciscopisani@gmail.com
Vislumbre de la felicidad

La obra de Raúl Zurita no se ha reducido sólo a la escritura de libros, sino a una larga trayectoria en performance, instalaciones, música, escritura en los cielos y acantilados con poesía. En él, hay un antes y un después de que su vida dedicara por entero a los asuntos del arte, hubo un episodio que cambia su historia. En soledad y en la total desesperación encerrado en un baño, en el contexto del horror de la dictadura militar chilena, se quema la cara. En medio de esta escena vienen imágenes en que hay un vislumbre de la “felicidad”, que posteriormente le permiten hacer un nuevo arreglo entre vida y obra. Dice que estaba al borde de la locura, refiere que sobrevivió imaginándose poemas escritos en el cielo, poemas escritos en el desierto. Fue su forma de sobrevivir “era mi forma de no volverme loco.” (1)
Se da cuenta de que hay una hegemonía de la palabra por parte de la dictadura militar. El fascismo impone una patria idealizada. Ante eso Zurita propone literalmente re-escribir esa patria en el cielo, en los acantilados y en el desierto. Esto es porque ese territorio, es primero una construcción poética. Y que estos paisajes fueron los únicos capaces de recibir con compasión a los muertos arrojados a ellos, los detenidos desaparecidos arrojados en ellos.
Su obra la divide en maneras de lo que puede o no ser dicho: El infierno es el horror y el dolor indecible; como su otro extremo la experiencia del amor también hay un indecible, a la que llama Paraíso. La vida cotidiana concreta está entre esos dos

indecibles y es el purgatorio, todo lo que puede entrar en la palabra.
Frente a tal magnitud del odio, el horror y la desesperación “La tarea, insisto, no era escribir poemas ni pintar cuadros, la única tarea era hacer de este segundo infinitesimal de vida que nos tocó vivir, una maravilla, la tarea era construir el Paraíso y ese fracaso lo cruza todo.”(2)
De esa manera la poesía no puede ser una colección de poemas tiene que ser para él en lo singular una solución, es decir una obra anudada a su vida. Dice que la poesía es cruel porque no tiene ninguna otra posibilidad que ser extraordinaria, anudando así Arte y vida que constituyen el sentido y un programa.
La unión entre vida y obra nos interroga y enseña como solución ante el horror, la humillación, la indignidad y el odio.
Lacan aporta una lectura fundamental sobre la relación escritura y cuerpo. Refiere que James Joyce, uno de los grandes escritores del siglo XX, encuentra una manera de dar una solución singular para llevar su vida. Joyce, en el Retrato de un artista adolescente, cuenta una escena donde el protagonista, él mismo, se le caía el cuerpo como la cáscara de un fruto maduro. Lacan sitúa su obra como el intento de recuperación de un cuerpo, de un cuerpo vivo. Joyce goza cuando escribe y en ese ejercicio se anuda escritura y cuerpo.
En Zurita en el más extremo del dolor y la soledad, se quema la cara, luego algo se apacigua y surgen imágenes. Lo dice así: “Me dije que aquello que se había iniciado, en la situación más precaria y solitaria, un tipo que se quema la cara encerrado en
un baño tenía que concluir algún día. En una imagen, en un vislumbre de lo que podía ser la felicidad.” (3)
Esas imágenes que vio fue su obra por advenir, vio poemas escritos en el cielo, poemas escritos en el desierto, su obra en los distintos momentos. Así desarrolló “Landart”, arte en el paisaje: escritos en el cielo y en el desierto literalmente. Una escritura en el marco de la obra-vida-solución en territorio de un país destrozado y apropiado por la dictadura militar.
Zurita dice “Frente a lo que estaba pasando no se podía responder con poemitas de denuncia, sino con una obra que fuese tan potente y fuerte como el dolor que se nos estaba causando. Nada de lo que había antes, ni la retórica de Neruda ni el humor de Parra, servía para dar cuenta del quiebre absoluto, histórico, político, psicológico, social, emocional, que significó el golpe en Chile, y yo tuve que aprender a hablar de nuevo, aprender desde la “e”, la “i”, la “o”, para dar cuenta de eso. O la poesía tiene que ver con la totalidad de la vida o no es absolutamente nada. Yo prefiero mil veces terminar hecho pedazos entre las piedras, pero con la sensación de que lo he intentado.”(4)
¿Qué nos enseña Zurita en su arreglo singular?  En su obra puede leerse un gesto de reapropiarse de un cuerpo vivo, pero también del territorio del país arrasado, recuperar una vida cuyo horizonte podría ser un vislumbre de la felicidad a través de escribir una obra en literalmente en el cielo, acantilados y desiertos.
1.- letras.mysite.com/rzur050716.html
2.- www.youtube.com/watch?v=BKlgOnhPz_c
3.-idem
4.- www.letraslibres.com/mexico-espana/entrevista-raul-zurita
info@citaenlasdiagonales.com.ar | Seguinos en:
 © Copyright. Todos los derechos reservados.