SOBREVIVIR
Son tiempos difíciles. Pandemia, virus, muertes, hambre, desabastecimiento. Ya casi no quedan hospitales ni mucho menos supermercados. Por eso, cuando su esposo murió, Lucía no lo pensó dos veces. Retiró la mascarilla y los guantes, la ropa vieja y cada accesorio del cuerpo del difunto. Lo cortó en pedazos y lo guardó en el refrigerador, confiada de que por amor él habría hecho lo mismo.
PRECAUCIONES
Desde que inició la pandemia, la actividad paranormal bajó considerablemente, según los expertos. Al parecer, en el "más allá" también están en cuarentena.