Carolina Massola
Nació en 1975 en Buenos Aires, ciudad donde reside. Perfeccionó sus estudios de francés en Francia – Sorbona (París IV). A su regreso cursó estudios de Letras en la Universidad Nacional de Buenos Aires. Ha colaborado en distintas publicaciones del país como así también en la Revista de poesía de Madrid El Alambique y fueron publicados algunos de sus poemas en la revista Prisma N°12 de la Fundación Internacional Jorge Luis Borges. En 2009 publicó Estado de gracia, libro de poesía incluido en la colección “Fénix” de Ediciones del Copista. Libro traducido al francés por Yves Roullière. En 2013 publicó el libro de poesía La mansedumbre del pez en Zindo&Gafuri Ediciones. Actualmente cursa el último año del Traductorado Literario-Técnico y Científico de Francés en el I.E.S. en Lenguas Vivas “J.R.F.” y trabaja en la producción y corrección de nuevos trabajos poéticos. Dirige los siguientes blogs: http://lacitedesmiroirs.blogspot.com.ar/ , http://esquirlassobreelpuente.blogspot.com.ar/Esta noche hay un triángulo perfecto
los giros se ciernen sin ayuda
los cuerpos se mecen informes
como todo en derredor
el tallo se me duerme
y en un triste balanceo arrojo mi flor al jardín:
Me cubre la grama
La mansedumbre del pez, Bs.As., Zindo & Gafuri, 2013
Cautiva de un océano
de una lengua mutilada
habita a contraluz inquieto ante mí
lo siniestro
donde todos los pájaros son negros
donde todo permanece sin nombre
Inédito
Fui el ciervo rojo en la noche blanca
y hasta la última claridad obscena
pregunté a cada piedra por el pedregal,
por algún sitio que hospedara esta osamenta,
por no yacer allí en círculos erráticos.
Pero sólo los copos intervenían el tiempo,
borrando cada huella robando cada rastro.
En cada uno de mis helados músculos sólo una pregunta
temblaba:
¿Por qué abandonaste el bosque?
(La respuesta traía calma)
—Yo sólo quería la montaña—
Inédito
Criaturas del otoño
que sólo saben ir hacia el invierno
con las manos extendidas como esperando algo,
algo crepitar
algo en ese instinto de tener todo lo ondulante
hielos quebradizos inútiles de frágil
se les derriten sobre las palmas abiertas
sienten lo frío
lo trémulo
en un temblar eficaz
entumecidas al viento
Inédito