José Ernesto Matusevich
Puede escribir sus comentarios aEn el año 1980 escuché por única vez a Lacan, fue en el Seminario de Caracas; y cuando dijo "Sean ustedes lacanianos, si quieren. Yo soy freudiano.", no tuve duda que sí quería.
Al leer las cartas de disolución, Lacan escribe "aquéllos que aún me aman". Desde que leí esta frase me resultó difícil entender cómo e podía dirigirse a aquéllos que convocaba, en términos de amor. Y la respuesta a ser lacaniano tendría necesariamente relación, con la pregunta: ¿de qué amor se trata cuando Lacan hizo ese llamado?
La primera respuesta que se me ocurrió fue que ese amor era propio del la transferencia de trabajo. Es posible.
La lógica del concepto de transferencia, se sostiene en la relación significante en tanto el inconsciente se ofrece a la lectura, en tanto un significante representa a un sujeto para otro significante, tesis del Seminario IX.
Lo representa y al no poder el significante significarse a si mismo, no hay identidad sino identificación.
Como Lacan escribe en la Proposición de Octubre, es de esa fórmula que se deduce el SsS, y es él, que deja bajo la significación del sujeto, al referente latente.
Por lo tanto la solución, seria la caída del SsS, la respuesta a la no identidad es, sólo has sido el objeto que le falto al Otro. Es una forma excesivamente resumida de presentar el pase.
Mi ilusión fue pensar que desde ese momento uno, saldría de la alienación fundamental, y no caería más, en la trampa del Ideal del Yo, léase del amor narcisista.
No fue así, pues Lacan disuelve su Escuela Freudiana, porque reconoce que fracaso ya que no hubo AE a la altura de sus nominaciones. Él por ser incauto pere-severuer, en la cosa freudiana.
¿No habrá sido que el saldo de saberse un objeto, no alcanza para escapar de las trampas del amor, ya que el objeto a es un semblante más?
La época parece confirmarlo, al colocar el objeto en el cenit de nuestra cultura.
En RSI dijo: "Un padre no tiene derecho al respeto, sino al amor, más que si el dicho
respeto está –no van a creerle a sus orejas- pere-versamente orientado, es decir hace de una mujer objeto (a) que causa su deseo".
De esta cita tomo, el derecho al amor pero quiero poner el acento en otra definición de la pere-version que está en el seminario 23, "La imaginación de ser el redentor, es por lo menos en nuestra época, el prototipo de la pere-version."
Es en relación a esta versión del padre que Lacan ubica "Verwerfung", del padre de Joyce. Y a partir de esta carencia paterna Joyce es impulsado a ser el padre de su nombre.
Estas dos versiones del padre se corresponden a la pregunta ética, "¿Has actuado en conformidad con tu deseo?", del seminario7.
En cambio "Uno sólo es responsable en la medida de su saber hacer", del seminario 23, se sitúa en otra dimensión ética.
Voy a sostener por lo antedicho: la pere-version sostiene el amor al padre, por el deseo causado por el objeto a y por la relación supuestamente, sado-masoquista entre padre e hijo, tal como lo plantea Lacan. Nos deja también en manos de la alienación. En cambio el pere-severuer, es la única salida posible, al sufrimiento.
Tratare de ilustralo partiendo de la pregunta: ¿En qué sentido Lacan dice soy freudiano?
En el seminario 23, capítulo "De lo inconsciente a lo real", escribió: "En la medida que Freud hizo verdaderamente un descubrimiento –suponiendo que este descubrimiento sea verdadero- puede decirse que lo real es mi respuesta sintomática"
El invento de lo real es el invento de Lacan por "perseverar" en relación a la "Cosa Freudiana"
Sólo se comprende él ser Freudiano, a partir de cómo Lacan la redefine en el seminario 24 "la identificación es la que se cristaliza en una identidad", y renglón seguido dice que esta identificación es una fijación"; o sea, una forma de gozar.
Conclusiones:
Así como el amor al saber surge según Lacan, con Platón y el Banquete lo demuestra, con la invención de lo real, que anuda lo simbólico y lo imaginario podremos quizá ser Lacanianos, hay un nuevo amor, en el síntoma.
En el prefacio a la edición inglesa del seminario 11, Lacan escribe: "el pase es la prueba de la Hystorisation del análisis" o sea de la verdad mentirosa.
José Matusevich