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2024

Alicia Yacoi

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La presencia del analista

La presencia del analista toma todo su valor respecto de la dificultad de la interpretación en la práctica analítica.
En el texto en el que Lacan desarrolla el mayor operador del trabajo analítico, la suposición del sujeto supuesto saber, que hace del neurótico naturalmente un analizante, le dedica un capítulo, al mismo tiempo, a esta noción. (1) .
Presencia, hermoso término, dice. Aunque poco psicoanalítico si los hay, viene a localizar el interrogante mayor de nuestro quehacer: qué es lo real, cómo incidir por vía de la interpretación, sobre la repetición, el sentido gozado del fantasma, el goce opaco del síntoma. Es decir los puntos cruciales de un psicoanálisis con los que la operatoria de la suposición se topa como obstáculo.
Una primera, aunque no menor, dificultad es la de situar en este mismo texto (2) la interpretación analítica como la que sólo recubre el hecho de que el inconciente procede ya mediante la interpretación. Qué le agrega entonces, el analista, a lo ya interpretado por el analizante mismo?. La suposición abre al trabajo analítico, pero una vez puesto en marcha, los neuróticos suponen sabidas verdades ocultas. (3). Cómo logrará la operación analítica entonces incidir para liberar a estas verdades de la suposición, para que deje el neurótico de encarnarlas repetitivamente.
Lacan ubica en un primer momento la operación de la presencia en el cierre del Inconciente. La rememoración, el trabajo analizante conlleva

1-Lacan J, Seminario Los cuatro conceptos fundamentales del Psicoanálisis, capítulo 10. Editorial Paidós
2-Lacan J, ídem
3-Lacan J, Seminario De otro al otro, Capítulo 24 Del Uno-en-Más, Editorial Paidós

un producto, un plus, el anhelo de recuperar el goce perdido para el ser que habla. Localiza allí, en ese cierre, un nudo gordiano que divide las aguas: o el oscurantismo en psicoanálisis o un agujero real imposible de decir, irrepresentable.
No crean que la presencia del analista está en la sorpresa, en el descubrimiento, sino en lo que detiene, obtura: el objeto a. Precisamente un indecible e irrepresentable, una causa perdida en la que se puede fundar una certeza, si y solosi la vía es la de situar ese imposible.
Allí la presencia del analista es decisiva como testigo de una pérdida seca, sin compensación. Sólo asi puede tener efecto sobre la repetición, en la medida que su operación "guarde algo en común con el encuentro fallido con lo real, tal como ese encuentro surge…en la sesión" (4)
Si esta operatoria de la presencia pone en un primer momento el acento en la pérdida de goce, la clínica del sínthoma, ya en la última enseñanza de Lacan, pondrá sobre el tapete, lo que hay, lo que persiste.
La clínica del síntoma conlleva no tanto la pérdida, sino el síntoma y su repetición, lo que insiste al final de un análisis. (5)
"Lo que persiste en el goce opaco del síntoma, un imposible de decir, que a falta de poder ser interpretado, se sirve de la encarnación de la presencia del analista para ser constatado" (5)
Esta novación que J A Miller abre respecto de la noción de presencia del analista creo, es una investigación actual sobre la interpretación para situar la clínica del fin de análisis.

Alicia Yacoi
Abril de 2013

4-Miller J A Curso 2011 El Ser y el Uno, clase del 15-6-2011. Inédito
5-Miller J A ídem
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