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Graciela Musachi

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CUERPO SUTIL

1. Es sutil pero es cuerpo. En una reciente exposición de Edward Munsch, autor de "El grito", llamada "L• Anti -cri" (era en Paris) donde estaban todas sus pinturas menos "El grito", se podía apreciar su llegada a esa pintura desde paisajes bucólicos hasta terminar en ese cuadro realmente desgarrador de una boca abierta llamando con desesperación, una boca sin sexo en la que ese grito sabe que no hay nadie para responder. En un encuentro anterior (en Roma) y siguiendo esta vez a Freud fui a visitar La bocca della veritá, inmensa boca abierta de un fauno de mármol cuyo mito sostiene que si se dice la verdad y se introduce la mano en la boca uno la saca perfectamente en condiciones, pero si uno miente y se queda sin ella. Sin embargo, siempre de una manera u otra (lo afirma el psicoanálisis) se dice la verdad aún mintiendo y entonces es por decir la verdad, por abrir la boca, que uno se come un pedazo de su propio cuerpo, su .propio dasein, como dice Lacan, uno se traga su propio ser una vez que ha abierto la boca.

2. Hilflosigkeit y señal de peligro ¿Qué entra en juego cuando alguien habla? Eric Laurent se refiere a las dos bocas del sujeto, la boca con la que se come y la boca con la que se habla pero en realidad también podría decirse que la boca es solo una, la boca es eso que se llena con nada. Esto me lo explicó bien una analizante cuando relataba ciertas características del judaísmo: "cuando nosotros comemos lechuga no la comemos por sus virtudes, las comemos por las letras que hay en la palabra lechuga"; comemos significantes ha dicho Lacan, nada, pues un significante es eso

que se produce cuando uno habla. es aire , es nada, por eso al objeto oral Lacan lo llama precisamente le rien (él nada), es decir algo que siendo algo, no es posible decir que es y siendo nada no es posible decir que no es nada. "El grito" y la Bocca della veritá evocan dos dimensiones de la angustia y quién dio un estatuto verdaderamente inexistente hasta ese momento a la angustia es Soren Kierkegaard en su El concepto de la angustia (1842). Este libro tiene un subtítulo muy interesante "Una sencilla investigación psicológica orientada hacia el problema dogmático del pecado original"; es que su "invento" (la filosofía existencial) tiene también una posicíon teológica e intenta dar una lógica al dogma del pecado original. La introducción del concepto de la angustia es una marca de época ya que hacia fines del siglo XIX y principios del XX se produce el llamado "giro linguistíco" en la filosofía cuando ella capta que no trata con sustancias sino que trata con palabras, y que muchas de sus discusiones eran impasses referidos a la función y el campo de la palabra y el lenguaje; este giro produjo una gran reflexión sobre ese campo y modificó n o sólo la filosofía sino la lógica, la matemática (Frege, por ejemplo, es el primero que tiene la idea de hacer del número un concepto a través de la teoría de los conjuntos). Kierkegaatd escribe toda esta sencilla investigación (título irónico que lo liga al romanticismo de su tiempo) para dar sustento conceptual a la angustia y su conclusíon se puede decir parafraseando un título de su libro O esto o aquello, o el concepto o la angustia, es decir: no hay concepto de la angustia, se excluyen mutuamante, es imposible dar un concepto de la angustia porque es un instante de elección. "Surge en el límite como experiencia decisiva comprometiendo el ser todo del sujeto, es el lugar psíquico mismo de la

irrupción del espíritu" (hay qie recordar que, para Kierkegaard, él ser es alma, cuerpo y espíritu). A través de la angustia se llega a la cumbre de la existencia, que es el espíritu ya que la angustia porque es un instante de elección. "Surge en el límite como experiencia decisiva comprometiendo el ser todo del sujeto, es el lugar psíquico mismo de la irrupción del espíritu" (hay qie recordar que, para Kierkegaard, él ser es alma, cuerpo y espíritu). A través de la angustia se llega a la cumbre de la existencia, que es el espíritu ya que la existencia es la existencia del espíritu, en tanto que el alma tiene que ver con la sensibilidad y el cuerpo con la carne y su goce. Así, la angustia es la posibilidad, precisamente, de producir franqueamientos y Kierkegaard, de este modo, da a la angustia un lugar central como acceso a la existencia al producir franqueamientos, atravesamientos, aperturas hacia la propia existencia; éstos franqueamientos producen efectos en el cuerpo, experiencia abismal, irreconciliable con la palabra.(o la angustia o el concepto) o, como dice Lacan "la angustia no engaña"; porque al hablar ya estamos en el engaño, mientras que cuando estamos en la angustia no hay engaño posible, es eso que nos sucede y ninguna otra cosa. Las dos experiencias de la angustia las nombra Freud como Hilflosigkeit (desamparo) y señal de un peligro inminente, opaco pero absolutamante preciso que se diríge a nosotros, nos implica de una manera que no sabemos cuál es. La angustia que nos deja en el desamparo es precisamente el grito que pinta Munsch. Es el mismo Kierkegaard quien nombra el objeto de la angustia como "nada" que produce un efecto de caída, de hundimiento que no es un fenómeno psicológico porque, como dijimos, involucra al cuerpo, tampoco es un fenómeno patológico o algo del orden del miedo porque en la angustia no

se sabe que es lo que angustia.
Estos franqueamientos producidos en la angustia son pasajes de un estadio del ser a otro (estético, ético y religioso) y tambien se pone en juego en ellos una discusión de Kierkegaard con la filosofía de su tiempo pues el momento estético no implica ninguna existencia (es la discusión con el romanticismo y con Hegel) es algo contemplativo o poético; luego el momento ético es un momento en que el ser se ubica en una ley universal kantiana, momento de seriedad, de gravedad , de decisión, pero se ubica como universal mientras que en el estadio religioso es donde verdaderamente alcanza esa existencia singular en el espíritu. Es decir que a través de la angustia se ingresa (como en el título de otro de sus libros) en el Temor y temblor, es decir, en algo que involucra al ser todo al tiempo que la angustia se ha especifícado en culpa. …. En la angustia se ponen en juego el instante, la repetición y el salto cualitativo (podemos encontrar exactamente esos términos en Lacan, por ejemplo. el instante de mirar de su tiempo lógico) El instante es el tiempo en el que todo se decide.. En lo que concierne a la repetición, Kierkegaard se distancia de Platón y las reminiscencias ya que la repetición es diferencia (Groucho Marx lo dice muy bien en su réplica:-"¿Qué por qué estaba con esa mujer? Porque me hace acordar a tí, es más, me hace acordar a ti más que tu": en el instante del flechazo es ella, en el instante siguiente ya no es la misma, ya está pérdida como "la del instante del flechazo") una diferencia en la que hay algo que está pérdido de entrada y que la repetición trata en vano de recuperar produciendo a la vez una experiencia de apropiación de esa diferencia que es, en definitiva, la propia diferencia. La angustia se da en el instante de una elección o decisión, o esto o aquello, e inauguta el

circuiro de la repetición pero, para que el ser encuentre su existencia en el espíritu es necesario un salto cualitativo. Así. al analizar el instante en el que se produce el pecado original Kierkegaard parte de que ek pecado se produce en la ignorancia y, por lo tanto, el sujeto es originalmente inocente pero por la angustia, la repetición y el salto cualitativo se ingresa on la culpa. La angustia que está en juego "se hace su lugar en todo goce erótico como un momento indispensable", "en la culminación de lo erótico no puede estar presente el espíritu que se siente extraño al goce, pongamos por caso que el espíritu le dice a lo erótico: 'querido, yo no puedo ser aquí el tercer hombre, por lo cuál voy a retirarme mientras eso dure'- El tercer hombre es el modo en que Aristoteles nombra un problema planteado por Platón respecto de la relación entre la idea y la cosa que lleva a la recursividad propia del lenguaje y a la infinitización del nombrar al pretender establecer una relación. Ese es el punto de angustia en el que los cuerpos quedan ahí solos, sin sostén simbólico , ese goce sucede sin la posibilidad de establecer una relación, y esa imposibilidad de que se establezca una relación en el goce es la angustia que deja al ser con la libertad de las posibilidades que abren a la elección del temor y el temblor.

3. Freud y el DSM ,…… Freud relata de una manera muy preciosa una experiencia de Darwin. "Darwin ha descripto de una manera impresionante la angustia que experimentó, aún hallandose protegido por un grueso cristal, a la vista de uno de estos reptiles que se dirijía hacia él.", Darwin se encuentra con algo como la laminilla que menciona Lacan, algo viene a su encuentro portando un `poder enigmático sobre él.
Darwin, que podía jactarse de haber explicado el origen de la especie humana en el animal se angustia y Germán García anota: "no puede encontrar la causa que transforma a tal o cuál objeto en angustiante, esa causa introduce el inconciente.(…) ¿Quién es Darwin para esa víbora? ¿Por qué causa ella repta hacia él? Darwin no sabe qué es para ese reptil que sin embargo lo mira, tampoco podría decir que deseo, que fascinación llamada angustia lo lleva a sostener esa mirada. Darwin queda confrontado con un deseo que, lo menos que podemos decir, es que es inconciente"-. . En la señal -de peligro el yo se anoticia d el deseo inconciente por estar en una posición de Erwartung, de-espera de que algo suceda, da entonces una señal de angustia en la que se le hace presente el objeto perdido, su propia mirada de la que él no dispone sino que la encuentra viniendo hacia él ya que no podía verse mirando.. La angustia no es un fenómeno patológico pero puede organizar una patología especiífica como la fobia que es la solución a la angustia, ese peligro opaco, ciego, pero que sin embargo puede aniquilarnos se concentra en algo del espíritu, en una palabra.-Juanito se despierta un día con una erección, se angustia hasta articular esa angustia en el miedo a los caballos. Es que él no sabía que eso podía pasar en su cuerpo pero también se angustia porque eso hace lo que quiere, y porque seguramente experimenta cosas que nunca había experimentado.. En el temprano texto de Freud (1894) "La neurastenia y la neurosis de angustia. Sobre la justificación de separar de la neurastenia cierto complejo de síntomas en calidad de "neurosis de angustia ".Freud realiza una "operación especificación" tambien necesaria en su tiempo en el que todo era neurastenia o nerviosidad así como ahora todo es stress o ataque de pánico. Para Freud, las dos neurosis actuales, la neurastenia y la
neurosis de angustia constituyen la facilitación somática de las psiconeurosis de defensa-( histeria, neurosis obsesiva, fobia) ya que plantean el problema de la relación del cuerpo, su excitación, con la representación; la hipótesis de Freud es que en una se intenta establecer una relación y en la o tra es prácticamente imposible lograrlo ("suministran el material excitativo que luego será seleccionado y repetido psiquícamente de modo que en términos generales el núcleo del síntoma psiconeurótico, el grano de arena en el centro de la perla, está formado por la manifestación actual somática y por ello se trata de síntomas que no pueden ser descompuestos analíticamente").. Freud opera aquí con su primer teoría de la angustia (la libido no representada, reprimida se transforma en angustia) pero al final de su vida (1925) a partir de la rectificación de su teoría de la angustia reconstruye toda la clínica en "Inhibición, síntoma y angustia". Reexamina el síntoma, la inhibición y la angustia, de la somatización histérica a la obsesión y de lo masculino a lo femenino, algo menos notada en general cuando se lee ese texto que está en el espíritu de su tiempo, el del giro lingüístico (" …si no onseguimos aclarar el problema queremos por lo menos darnos clara cuenta de sus incógnitas").Si en la primer teoría la represión causa angustia, es decir la libido se transformaba automáticamente en angustia, en la segunda el yo produce angustia y la angustia (señal) produce represión, el sujeto se ve obligado a elegir algo y, por lo tanto, a perder algo que es del orden de un goce erótico, es decir que la angustia es una función de límite entre la perdida de goce y el goce mismo, está en un punto, en un borde en el que el deseo es causa.. "Inhibición, síntoma y angustia" presenta distintos modos de afección del cuerpo nuevo que Freud inventa con la pulsión,
pero ya en el temprano texto de 1894 que mencionamos, Freud hace una descripción de ese cuerpo en el ataque de mosangustia; y lo hace a lo largo de varias páginas en las que esa fenomenología parece haber contribuído a las clasificaciones del DSM; en la presentación general, la espera angustiosa del yo puede irrumpir en la conciencia y provocar un ataque de angustia que puede consistir "no solo en la sensación de angustia no asociada a guna representación o unida a la de la muerte o de la locura o también en dicha misma sensación acompañada de una paréstesia cualquiera (análoga al aura histérica)-o enlazada- a la perturbación de una o más funciones físicas tales como la respiración, la circulación, la inervación vasomotora o la actividad glandular. De esta combinación hace el paciente resaltar tan pronto unos factores como otros quejandosé de palpitaciones, disnea, sudores, bulimias, etc. y en sus lamentos deja con frecuencia sin mencionar la sensación de angustia o alude ligeramente a ella calificándola de malestar, etc.. Para el diagnóstico presenta gran importancia el hecho de que la proporción de los indicados elementos en el ataque de angustia es infinitamente variable pudiendo además cada uno de los síntomas concomitantes constituir por sí solos el ataque, lo mismo que la angustia..Hay, en consecuencia, ataques de angustia y equivalentes del ataque de angustia, todos ellos de igual significación." Y sigue una lista de más de diez puntos en los que estos síntomas son específicamente ubicados y tienen plena actualidad.

3. Lacan diez años después En 1962-63, Jacques Lacan dicta su enorme seminario sobre la angustia donde no sólo da un giro a su enseñanza produciendo un corte con su retorno a Freud sino que produce su único
(él lo afirma) invento, el objeto a, objeto causa del deseo y condición del goce, que puede devenir objeto de angustia.
Diez años después. la angustia se reduce a unos párrafos: "A fin de cuentas, toda nuestra experiencia procede del malestar que Freud observa en alguna parte del malestar en la cultura. Es llamativo que el cuerpo contribuya a ese malestar de una manera con que sabemos muy bien animar –digo animar por decirlo así- animar a los animales con nuestro miedo. ¿De qué tenemos miedo? Ello no quiere decir simplemente ¿a partir de qué tenemos miedo? ¿De qué tenemos miedo? De nuestro cuerpo. Es lo que manifiesta ese fenómeno curioso sobre el cual hice un seminario durante un año entero y que llamé "La angustia". La angustia es, precisamente algo que se sitúa en nuestro cuerpo en otra parte, es el sentimiento que surge de esa sospecha que nos embarga de que nos reducimos a nuestro cuerpo. Como, a pesar de todo, es muy curioso que la debilidad mental del serhablante haya logrado llegar hasta allí, nos percatamos de que la angustia no es el miedo de cosa alguna con que el cuerpo pueda motivarse, Es un miedo al miedo, (…)." Giramos en redondo, ha dicho Lacan. Tenemos miedo del cuerpo, del desamparo en el que nos deja. Pero el final de la frase se torna tan enigmático como ese cuerpo al evocar, casi tautológícamente, que la angustia no es sino "miedo al miedo".

Graciela Musachi 2010
Referencias

Laurent, Eric: "Las dos bocas del sujeto" en Estabilizaciones en las psicosis Manantial Bs.As.1989. Kierkegaard, Soren: El concepto de la angustia Espasa Calpe. Madrid. 1982. García, German: "Acrualidad de las neurosis actuales" en Psicoanálisis, una política del sintoma: Alcrudo editor. Zaragoza1980. Freud, Sigmund: "La neurastenia y la neurosis de angustia" en OC. T! Madrid 1948. Id. "Inhibición, síntoma y angustia" en OC T2 Madrid 1947 Lacan, Jacques: "La tercera" en Intervenciones y textos 2 Manantial, Bs.As.1988.
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